Ciberseguridad 5G: el nuevo reto digital

Las redes 5G traen rapidez y conectividad, pero también riesgos. En México, proteger datos e infraestructura crítica es urgente ante ciberataques crecientes.

En México, la llegada de las redes 5G ha revolucionado la manera en que nos conectamos, con una velocidad nunca antes vista. Sin embargo, este avance trae consigo una sombra difícil de ignorar: las crecientes amenazas cibernéticas. Según Daniela Menéndez, Country Manager de Palo Alto Networks México, “la infraestructura 5G transforma industrias, pero también expone nuevos puntos vulnerables en la seguridad digital”.

La tecnología 5G permite una conectividad masiva con baja latencia, ideal para ciudades inteligentes, vehículos autónomos o servicios de salud remotos. Pero también significa que cada dispositivo conectado —desde cámaras de vigilancia hasta refrigeradores— podría convertirse en una puerta abierta para los ciberdelincuentes.

México, en la mira de los ataques

En 2024, México sufrió un promedio de 3,124 ciberataques por semana, un aumento del 78% respecto al año anterior, según la consultora Hays. Las modalidades más frecuentes incluyen el ransomware, el robo de identidad a través de deepfakes y los ataques a dispositivos del llamado Internet de las Cosas (IoT), como sensores industriales o sistemas de monitoreo remoto.

La situación es especialmente delicada en sectores clave como la banca, la salud, la energía o la manufactura, donde la pérdida o manipulación de datos puede afectar servicios esenciales. El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) reporta que el uso de tecnologías IoT en México crece rápidamente. Hoy, el 38.9% de las empresas que ofrecen estos servicios están en la Ciudad de México, seguidas por Jalisco (15%), Nuevo León (11.9%) y el Estado de México (8.5%).

¿Qué es lo que está en juego?

Para la población general, esto no es un asunto exclusivo de expertos o grandes corporativos. Si una red eléctrica conectada es vulnerada, podría haber apagones masivos. Si un hospital pierde el control de sus sistemas, los tratamientos podrían interrumpirse. Si alguien accede a las cámaras de seguridad de una casa, compromete directamente a sus habitantes.

Por eso, la seguridad no debe ser vista como un lujo, sino como una necesidad básica del entorno digital moderno.

La apuesta por la protección proactiva

Ante este panorama, Palo Alto Networks ha desarrollado tecnologías como Prisma SASE 5G, que utiliza inteligencia artificial para ofrecer seguridad integral sin afectar la velocidad o calidad del servicio. Esta solución basada en la nube funciona con un modelo de “confianza cero”, es decir, verifica constantemente la identidad y el comportamiento de cada dispositivo conectado.

Además, la empresa colabora con líderes globales como T-Mobile, Singtel y NTT DATA para brindar servicios de ciberseguridad desde el núcleo hasta los extremos de la red. También trabaja junto con Nokia para proteger sistemas industriales a través de firewalls avanzados, y con NVIDIA para aumentar la eficiencia de sus soluciones mediante unidades de procesamiento de datos (DPU).

Un ejemplo cotidiano de estas aplicaciones son las redes LTE privadas de 900 MHz utilizadas por compañías eléctricas, que permiten mantener el servicio funcionando incluso ante un intento de ciberataque. Otro es el uso del Open Lab de Telenor, que permite segmentar redes móviles y asegurar que no haya brechas, incluso en momentos de alta demanda.

¿Qué podemos hacer como ciudadanos?

Aunque no todos podemos instalar sistemas de defensa digital complejos en casa, sí podemos tomar medidas sencillas: actualizar dispositivos, usar contraseñas robustas, desconfiar de enlaces sospechosos y optar por proveedores de servicios que prioricen la seguridad.

Daniela Menéndez insiste: “La ciberseguridad no es algo que deba preocupar solo a las empresas; es una parte esencial de nuestra vida cotidiana en este mundo hiperconectado”.