La conectividad estudiantil en México está en auge, pero sin protección digital crece el riesgo de ciberamenazas. ¿Cómo blindar su bienestar online?
Conectados… pero vulnerables
El acceso a Internet entre estudiantes mexicanos llegó a niveles históricos. La ENDUTIH 2024 reporta que el 95 % de adolescentes (12-17 años) y el 97 % de jóvenes (18-24 años) usan Internet activamente. El promedio diario de uso alcanza 5.7 horas entre los jóvenes, con un promedio general de 4.4 horas al día.
La conexión ocurre mayormente desde el hogar (95 %), aunque también desde el trabajo, escuelas y redes móviles (57 %).
El 93 % se conecta vía Wi-Fi y el 76 % mediante redes móviles (3G, 4G o 5G); además, un 39 % pasa 9 horas o más por día en línea.
Riesgos digitales crecientes
El uso intensivo de Internet genera una exposición creciente a amenazas como ciberacoso, grooming, contenido inapropiado, pérdida de privacidad, adicción y retos virales peligrosos. Además, el exceso de redes sociales y entretenimiento puede perjudicar la salud mental, el rendimiento escolar y, en casos extremos, la vida misma.
¿Qué hacer para protegerlos?
HD Latinoamérica, mayorista en soluciones de tecnologías de la información, recomienda combinar tecnología y educación para reducir riesgos. Esto implica usar herramientas de control parental y prevención de ciberataques, capacitar a estudiantes sobre privacidad digital, fomentar el diálogo entre padres, docentes y alumnos, e incluir programas de ciberseguridad en las escuelas para formar usuarios conscientes y protegidos.
Además, es clave:
- Fomentar buenos hábitos digitales: privacidad, límites de uso y footprints seguros.
- Mantener comunicación abierta sin juzgar: diálogos entre padres, maestros y jóvenes.
- Usar herramientas de protección: controles parentales, filtros y configuraciones seguras.
- Integrar educación digital en escuelas: talleres sobre ciberseguridad, privacidad y prevención.
- Establecer rutinas offline: horarios claros y equilibrio entre pantalla y vida real.
Los estudiantes mexicanos están más conectados que nunca. Sin embargo, sin una protección adecuada, esa conectividad puede convertirse en vulnerabilidad. México debe avanzar no sólo en acceso, sino también en educación digital, prevención activa y acompañamiento familiar para asegurar que estar en línea sea sinónimo de estar seguros.