Las escuelas y universidades enfrentan un aumento alarmante de ciberataques, con más de 4,400 incidentes semanales en 2025, comprometiendo datos personales y operativos.
En 2025, el sector educativo se ha convertido en el principal objetivo de los ciberdelincuentes a nivel mundial. Según el informe The State of Cyber Security 2025 de Check Point Software Technologies, las instituciones educativas enfrentan un promedio de 4,484 ataques cibernéticos semanales, lo que representa un incremento del 75% respecto al año anterior .
¿Por qué las escuelas son un blanco atractivo?
Aunque las instituciones educativas no manejan grandes sumas de dinero como los bancos, poseen una vasta cantidad de información sensible: datos personales de estudiantes y padres, historiales médicos, registros académicos y más. Esta información es altamente codiciada por los ciberdelincuentes, quienes pueden utilizarla para extorsión, robo de identidad o venta en el mercado negro.
Además, la creciente digitalización de los procesos educativos y la adopción de plataformas en línea han ampliado la superficie de ataque. Muchos centros educativos, especialmente los de nivel básico, carecen de los recursos y conocimientos necesarios para implementar medidas de seguridad robustas, lo que los convierte en objetivos vulnerables.
Consecuencias de los ciberataques
Los ataques no solo comprometen la confidencialidad de la información, sino que también pueden interrumpir las operaciones escolares, afectar la reputación de la institución y generar costos significativos en recuperación y posibles pagos de rescate. En algunos casos, la exposición de datos personales ha llevado a situaciones de acoso en línea, afectando emocionalmente a los estudiantes afectados.
Recomendaciones para fortalecer la ciberseguridad
La Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad (CISA) ha emitido una serie de recomendaciones para ayudar a las instituciones educativas a mitigar los riesgos cibernéticos :cisa.gov
- Implementar autenticación multifactor: Agregar una capa adicional de seguridad al requerir múltiples formas de verificación para acceder a sistemas críticos.
- Actualizar y parchear sistemas regularmente: Mantener el software y los sistemas operativos actualizados para corregir vulnerabilidades conocidas.
- Realizar copias de seguridad periódicas: Asegurar que los datos importantes estén respaldados y puedan recuperarse en caso de un ataque.
- Capacitar al personal y estudiantes: Fomentar una cultura de ciberseguridad mediante programas de concienciación y formación continua.
- Desarrollar un plan de respuesta a incidentes: Establecer procedimientos claros para actuar rápidamente en caso de una brecha de seguridad.
Además, es crucial que las instituciones colaboren con expertos en ciberseguridad y participen en iniciativas gubernamentales y del sector privado para compartir información y mejores prácticas.
Un llamado a la acción
La protección de la información y la continuidad de las operaciones educativas dependen de la implementación proactiva de medidas de ciberseguridad. Es responsabilidad de todos —administradores, docentes, estudiantes y padres— estar informados y comprometidos con la seguridad digital.