Apenas el dos por ciento de las organizaciones en México tienen la madurez de preparación requerida para ser salir airosos ante los riesgos actuales de ciberseguridad.
Es ya lugar común que vivimos en un mundo cada vez más interconectado, y en esta circunstancia la seguridad en Internet se ha vuelto un tema crucial para todos, desde las grandes corporaciones hasta el usuario común. Sin embargo, un reciente estudio (Índice de Preparación de Ciberseguridad 2024 de Cisco) revela una realidad preocupante en México: apenas el 2% de las organizaciones en el país están adecuadamente preparadas para enfrentar los riesgos modernos de ciberseguridad.
La investigación, realizada por una reconocida empresa de tecnología, muestra que la mayoría de las empresas mexicanas aún están en las fases iniciales de preparación contra ataques cibernéticos. Esto incluye amenazas como el phishing, el ransomware y otros métodos que los cibercriminales utilizan para infiltrarse en los sistemas.
Pese a que muchas organizaciones confían en su capacidad para contrarrestar estas amenazas, la realidad es que la mayoría aún no está realmente lista. El estudio sugiere que esta confianza podría ser engañosa y que las empresas podrían no estar plenamente conscientes de los peligros que enfrentan.
Uno de los principales problemas identificados es la dependencia de múltiples soluciones de seguridad no integradas, lo que puede ralentizar la respuesta ante incidentes. Además, el uso de dispositivos no gestionados y el salto entre diferentes redes incrementan la vulnerabilidad de las empresas.
La escasez de talento especializado en ciberseguridad es otro desafío significativo, con muchas vacantes en este campo aún sin llenar. Ante este panorama, el estudio destaca la necesidad urgente de que las organizaciones mexicanas refuercen sus defensas, invirtiendo en tecnología avanzada y capacitación para su personal.
Para los usuarios finales, esto subraya la importancia de estar informados y adoptar prácticas de seguridad en línea, como mantener actualizados los programas, usar contraseñas seguras y estar alerta ante correos electrónicos o mensajes sospechosos. En un mundo digital, la seguridad empieza por la conciencia y responsabilidad de cada uno de nosotros.