El fraude digital sigue evolucionando a un ritmo acelerado, impulsado por la sofisticación de los ciberdelincuentes y el crecimiento del comercio electrónico y los pagos digitales. De acuerdo con un informe de LexisNexis Risk Solutions, las empresas están enfrentando nuevos retos en la verificación de identidad, la prevención de fraudes y la protección de la confianza del consumidor.
La confianza del consumidor en juego
El estudio revela que el 75 % de las empresas ha experimentado dificultades para establecer confianza con sus clientes, lo que ha llevado a una reducción en la conversión y satisfacción del usuario. Las empresas están priorizando la integración de operaciones digitales con estrategias de seguridad para mitigar estos efectos negativos.
Algunas compañías han optado por utilizar redes de inteligencia colaborativa para mejorar el reconocimiento de clientes legítimos. Por ejemplo, un banco logró aumentar su confiabilidad en un 500 % mediante una identidad digital colaborativa, reduciendo fricciones innecesarias en clientes confiables.

Más responsabilidad en la lucha contra el fraude
Las regulaciones internacionales están avanzando para distribuir la responsabilidad de las pérdidas por estafas entre distintos actores del sector financiero. El informe destaca que más del 54 % de las empresas han reportado un aumento en fraudes, con pérdidas que en muchos casos superan el 21 % interanual.
Para contrarrestar estas pérdidas, la detección de identidades sintéticas y cuentas fraudulentas se ha convertido en una prioridad. Se estima que las identidades falsas tienen siete veces más probabilidades de incurrir en fraudes si no presentan vínculos con familiares de primer grado o si su historial crediticio aparece repentinamente a una edad avanzada.
El auge de los pagos alternativos y la complejidad del fraude
El crecimiento de los métodos de pago digitales, como billeteras electrónicas y criptomonedas, ha diversificado las opciones para los consumidores, pero también ha ampliado la superficie de ataque para los delincuentes. Actualmente, estos nuevos métodos representan un tercio de todas las pérdidas por fraude.
Además, el informe indica que los ataques iniciados por humanos han aumentado considerablemente, con un crecimiento del 144 % en intentos de acceso fraudulento desde dispositivos móviles.
Estrategias para enfrentar el fraude en 2025
Las empresas están adoptando múltiples estrategias para combatir el fraude digital. Entre ellas destacan:
- Uso de inteligencia de identidad digital para correlacionar datos y mejorar la detección de actividades sospechosas.
- Biometría del comportamiento para identificar patrones de interacción confiables y riesgosos.
- Tecnología de autenticación de documentos para detectar identificaciones falsas y solicitudes fraudulentas.
La lucha contra el fraude sigue siendo un desafío en constante evolución. Con el avance de la inteligencia artificial y las redes de colaboración entre empresas, se espera que las estrategias de seguridad digital sigan fortaleciéndose en 2025.