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La inteligencia artificial (IA) se proyecta como una fuerza económica de enorme impacto, con una contribución estimada de 19.9 billones de dólares al Producto Interno Bruto (PIB) mundial para 2030, de acuerdo con un reciente estudio de IDC. En este contexto, Julio César Castrejón, Country Manager de Nutanix México, destaca la importancia de la flexibilidad y la infraestructura en la nube para maximizar el potencial de la IA en las empresas.
La investigación muestra que la IA ha dejado de ser una tecnología aspiracional para convertirse en un recurso clave de transformación. No obstante, desarrollar una estrategia efectiva para aprovecharla puede ser complejo debido al ritmo acelerado de su evolución y a la diversidad de enfoques tecnológicos. Para Castrejón, es fundamental construir una estrategia de IA que, además de alinearse con los objetivos empresariales, sea adaptable a las capacidades tecnológicas en constante cambio.
El crecimiento de los modelos de IA, como los modelos de lenguaje grande (LLM), requiere de una infraestructura robusta y flexible. Las empresas deben estar preparadas para integrar rápidamente nuevos modelos de IA sin comprometer los costos ni la estabilidad operativa. Castrejón sugiere que una estrategia óptima incluye una arquitectura en la nube con integración, contenerización y automatización, permitiendo una adaptación ágil y sin fricciones.
Para maximizar los beneficios de la IA, Castrejón enfatiza que el primer paso es identificar un problema empresarial que pueda resolverse con esta tecnología. Solo así la IA puede transformarse en una herramienta de valor tangible y medible. Además, un enfoque de “traiga su propio modelo de lenguaje grande” (BYOL) ofrece a las organizaciones la flexibilidad de personalizar la IA para abordar sus necesidades particulares.
La flexibilidad de la nube, especialmente en entornos híbridos y multinube, permite a las empresas trasladar sus cargas de trabajo según las demandas específicas, lo cual es clave para el desarrollo de modelos de IA que requieren ajustes constantes. Estas soluciones en la nube también permiten una escalabilidad sin complicaciones y brindan funciones de seguridad integradas que protegen los datos en plataformas diversas.
La automatización se presenta como un elemento crucial para una implementación eficiente de la IA, al reducir los tiempos y costos operativos mediante la asignación automatizada de recursos. Esto no sólo optimiza el despliegue de modelos de IA, sino que libera al equipo de TI para enfocarse en objetivos estratégicos.
Finalmente, la contenedorización facilita la implementación rápida de sistemas de IA y la transición fluida entre entornos. Con la ayuda de Kubernetes, las organizaciones pueden gestionar cargas de trabajo de IA en la nube, garantizando un rendimiento continuo y eficiente.
Para Castrejón, la clave del éxito en IA no solo está en contar con una infraestructura avanzada, sino en una estrategia adaptable que evolucione al ritmo de la tecnología.