El panorama de la ciberseguridad en 2025 se vislumbra como un desafío cada vez más complejo, impulsado por tecnologías emergentes como la inteligencia artificial (IA) y la computación cuántica. Las amenazas digitales evolucionan rápidamente, obligando a empresas, gobiernos y usuarios comunes a repensar sus estrategias de defensa frente a ataques más sofisticados y disruptivos.
Fraude digital: IA al servicio del crimen
La inteligencia artificial generativa está marcando un antes y un después en el cibercrimen. Estafadores emplean IA para crear deepfakes y documentos falsificados casi imposibles de detectar, incluso para los sistemas más avanzados. Según el 2025 Identity Fraud Report, los fraudes biométricos mediante deepfakes representan ya el 40% de este tipo de delitos, y las falsificaciones digitales han crecido un 244% en el último año.
Manuel Moreno, Chief Information Security Officer (CISO) de IQSEC, advierte que las identificaciones tradicionales como licencias de conducir y tarjetas de seguridad social podrían ser sustituidas por tecnologías dinámicas, como códigos de barras 3D en línea que cambian constantemente, dificultando la falsificación.
El peligro de la computación cuántica
El avance de la computación cuántica plantea un riesgo significativo para los esquemas criptográficos actuales. Aunque la tecnología aún está en desarrollo, ciberdelincuentes ya están adoptando la estrategia de “recopilar ahora, descifrar después”. Almacenan datos cifrados con la esperanza de que las futuras computadoras cuánticas puedan romper su seguridad, exponiendo información gubernamental, financiera y comercial que hoy consideramos protegida.
Adolescentes y el atractivo del cibercrimen
Una tendencia alarmante es el reclutamiento de jóvenes en el mundo del hackeo. En Estados Unidos, la edad promedio de arrestos por ciberdelitos es de solo 19 años. Los ciberdelincuentes experimentados utilizan plataformas como videojuegos y redes sociales para captar a adolescentes, que muchas veces no comprenden la gravedad de sus acciones.
Kaspersky reportó que entre 2023 y 2024 se registraron 6.6 millones de intentos de ataque relacionados con videojuegos populares, donde los jóvenes fueron blanco de trampas.
Hackers atacando a otros hackers
La web oscura, un refugio para actividades ilícitas, también se ha convertido en un campo de batalla entre hackers. Plataformas como “Ransomware-as-a-Service” (RaaS) han hecho accesibles herramientas de cibercrimen, pero también han abierto la puerta a ataques internos entre los propios ciberdelincuentes. En algunos casos, los hackers pierden grandes cantidades de dinero a manos de otros actores maliciosos, un fenómeno que podría intensificarse en los próximos años.
Un futuro incierto pero no imposible de enfrentar
La velocidad con la que evolucionan las herramientas de ataque y la autonomía que la IA otorga a los ciberdelincuentes subrayan la importancia de anticiparse a estas amenazas. La clave no será solo estar preparados, sino adelantarse a un adversario cada vez más inteligente y autónomo.