Douglas Wallace, Gerente de Ventas Distrital para América Latina y el Caribe (excepto Brasil) en Pure Storage, destaca cómo la inteligencia artificial (IA) ha transformado los paradigmas tecnológicos desde el lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2022. En un análisis detallado, explica que el avance de la IA generativa depende de tres factores fundamentales: recursos informáticos, algoritmos y datos, siendo este último el eje sobre el que gira todo proyecto exitoso.
La importancia de los datos
Wallace subraya que los datos de calidad, relevantes y sin sesgos son esenciales para garantizar el éxito de las iniciativas de IA. La creciente integración de datos multimodales (texto, audio, imágenes y video) ha incrementado los requisitos de almacenamiento, exigiendo soluciones robustas que puedan manejar grandes volúmenes de información de manera eficiente.
Entrenamiento y ajuste fino
El entrenamiento de modelos de IA puede dividirse en dos enfoques: desde cero o a través del ajuste fino. Empresas como Meta han llevado el entrenamiento de modelos a nuevos niveles, utilizando miles de GPUs y billones de tokens. Este proceso requiere almacenamiento de alto rendimiento para mantener el flujo de datos constante. En contraste, el ajuste fino permite a las organizaciones personalizar modelos existentes utilizando datos específicos de sus dominios, reduciendo costos y tiempos de implementación.
Retos en producción e inferencia
La fase de inferencia, donde los modelos procesan datos nuevos, demanda un almacenamiento ágil y escalable. Wallace menciona cómo herramientas como la Generación Aumentada de Recuperación (RAG) están ganando terreno al reducir errores y utilizar datos actualizados, mejorando la precisión de los resultados.
El impacto energético
El auge de la IA también plantea desafíos energéticos. Según la Agencia Internacional de Energía, los centros de datos que soportan IA representaron el 2 % de la demanda energética global en 2022, y podrían duplicarse para 2026. Las soluciones de almacenamiento all-flash emergen como aliadas clave para optimizar el consumo energético, reduciendo hasta un 85 % de la energía utilizada en comparación con otras tecnologías.
Hacia un futuro sostenible
Para Wallace, el almacenamiento flash es indispensable en el ecosistema de la IA, no sólo por su desempeño, sino por su capacidad de reducir la huella de carbono y hacer que la infraestructura tecnológica sea más sostenible. Este enfoque promete transformar empresas y sociedades al garantizar que los modelos de IA puedan operar de manera eficiente, precisa y respetuosa con el medio ambiente.