Tu rastro digital puede salvarte del fraude

Cada clic deja una huella que puede protegerte del fraude. Conoce cómo tu rastro digital ayuda a distinguirte de los estafadores en el mundo online.

El fraude, más cerca de lo que imaginas

Cada vez que inicias sesión, haces una compra o abres una app bancaria, dejas un rastro digital. Esa información —tu dispositivo, ubicación o forma de escribir— puede convertirse en tu mejor defensa frente al fraude.
Así lo explica Maanas Godugunur, director senior de fraude e identidad en LexisNexis® Risk Solutions, quien advierte que el fraude digital evoluciona a la misma velocidad que las tecnologías que lo combaten.

Los ataques actuales son cada vez más sofisticados: utilizan inteligencia artificial, redes internacionales y bots capaces de suplantar a usuarios reales. Frente a eso, las empresas deben reaccionar con estrategias ágiles que combinen tecnología, datos e inteligencia colaborativa.


Qué es y cómo funciona el rastro digital

Tu rastro digital está formado por los datos que generas cada vez que interactúas en línea: desde el teléfono que usas hasta la zona donde te conectas. Este conjunto de señales crea una especie de “huella” única que puede ayudarte a demostrar que eres tú y no un impostor.

Por ejemplo, si entras a tu cuenta desde Ciudad de México todos los días y de repente alguien intenta acceder desde otro país o con un dispositivo desconocido, los sistemas de detección pueden bloquear la acción antes de que se concrete.

Maanas Godugunur señala que esa combinación de atributos —geolocalización, correo electrónico, tipo de dispositivo, hábitos de conexión— permite distinguir entre clientes confiables y posibles estafadores.

En un hogar promedio con internet hay más de una docena de dispositivos conectados. Cada uno genera señales digitales diferentes, y analizarlas en conjunto permite a los sistemas reforzar la seguridad sin frenar al usuario.


Ejemplos cotidianos para usuarios mexicanos

Imagina que realizas una compra en una tienda en línea mexicana y pagas con tu tarjeta digital. Si el sistema detecta que el dispositivo ya fue usado antes para comprar en la misma cuenta, el proceso será fluido.
Pero si alguien intenta pagar con tus datos desde un equipo desconocido, el sistema puede pedir una verificación adicional.

En los bancos digitales, el rastro digital también ayuda. Si haces transferencias regulares desde tu celular, el sistema aprende tu comportamiento. Si un intento de transferencia ocurre desde otro equipo o a una hora inusual, puede activarse una alerta de seguridad.

Incluso las plataformas de videojuegos o streaming utilizan huellas digitales para reconocer cuentas auténticas y evitar fraudes en compras o suscripciones.


Fraude en constante transformación

Los estafadores se han adaptado a este entorno digital. Ya no dependen sólo de programas automáticos: ahora mezclan ataques humanos y tecnológicos. Usan ingeniería social, llamadas falsas y correos diseñados con IA para engañar a usuarios y sistemas.

Estas técnicas hacen más difícil distinguir entre un cliente legítimo y un fraude. Por eso, Godugunur insiste en la importancia de combinar múltiples capas de defensa: análisis de comportamiento, geolocalización, historial de dispositivos y señales en tiempo real.

El fraude transfronterizo también es un reto creciente. Una identidad falsa puede operar desde otro país, usando credenciales robadas para atacar comercios o instituciones mexicanas en segundos.


Inteligencia compartida: la mejor defensa

Ninguna empresa puede luchar sola contra el fraude. La clave está en crear redes de colaboración que compartan información sobre amenazas y comportamientos sospechosos.
LexisNexis® Risk Solutions trabaja precisamente en eso: agrupar datos globales y analizarlos mediante inteligencia artificial para detectar patrones comunes entre industrias.

Gracias a esa colaboración, las empresas pueden reconocer cuándo una identidad digital ha sido usada de forma maliciosa en otro país y actuar de inmediato.

El objetivo es simple: facilitar el acceso a usuarios confiables y bloquear a quienes representan riesgo, sin afectar la experiencia de los clientes legítimos.


Seguridad sin fricción

Una buena estrategia antifraude no debe complicarle la vida al consumidor. Los controles excesivos generan desconfianza y abandonos de compra.
Por el contrario, el enfoque moderno busca eliminar falsos positivos —cuando se bloquea por error a un usuario real— y ofrecer experiencias rápidas, fluidas y seguras.

Así, cuando los sistemas identifican correctamente tu rastro digital, puedes disfrutar de servicios más ágiles: pagos automáticos, aprobaciones instantáneas y menos contraseñas que recordar.


Cómo proteger tu propio rastro digital

Aunque la tecnología hace mucho, la prevención también depende de los usuarios. Algunas acciones básicas pueden ayudarte a fortalecer tu identidad digital:

  • Usa contraseñas únicas y activa la verificación en dos pasos.
  • Evita conectarte a redes Wi-Fi públicas para operaciones bancarias.
  • No compartas códigos de verificación por teléfono o redes sociales.
  • Revisa los permisos de tus aplicaciones y elimina las que no uses.

Tu rastro digital puede ser un escudo o una vulnerabilidad. Todo depende de cómo lo cuides.


Un futuro más confiable

El fraude digital no desaparecerá, pero puede mantenerse a raya. Al comprender cómo funciona tu rastro digital y cómo las empresas lo usan para protegerte, participas en una nueva era de confianza.

Como afirma Maanas Godugunur, el éxito depende de una “evolución implacable”: adaptarse cada día a las nuevas tácticas, anticiparse a las amenazas y convertir los datos en aliados de la seguridad.

Fuentes consultadas

  • Godugunur, Maanas. “Leveraging Digital Footprints to Outpace Evolving Fraud Tactics.” LexisNexis® Risk Solutions .
  • LexisNexis® Risk Solutions. “Global State of Fraud and Identity Report 2025.”
  • LexisNexis® Risk Solutions. “True Cost of Fraud Study 2025.”