El 6G ya se diseña pensando en la IA

La sexta generación de conectividad móvil busca integrar inteligencia artificial desde su diseño, con promesas de menor latencia, más eficiencia y menor huella de carbono.

Mientras la inteligencia artificial (IA) acapara titulares y transforma industrias, su verdadero potencial depende de algo menos visible: la infraestructura que la sostiene. Así lo plantea Amikam Yalovetzky, gerente senior de Comunicación Corporativa en MediaTek, quien subraya que sin una red de comunicaciones robusta, “no será posible cumplir la promesa y el potencial de la IA de manera exitosa”.

La conectividad es tan crítica como los modelos algorítmicos o el cómputo de alto rendimiento. Y no se trata sólo de los smartphones. Detrás de escena, millones de dispositivos conectados dependen de la misma infraestructura para ejecutar tareas complejas y sostener procesos que requieren inmediatez, estabilidad y capacidad de respuesta.

Aunque el 5G todavía se está desplegando en muchas regiones, la industria ya trabaja en el desarrollo y estandarización del 6G. Esta nueva generación promete ir más allá de una evolución tecnológica: su arquitectura se está diseñando para integrar la IA desde el principio.


IA y 6G: una simbiosis desde el origen

A diferencia de tecnologías anteriores, el 6G nace con la inteligencia artificial como parte central de su diseño. Según Yalovetzky, esto permitirá a los operadores “gestionar y optimizar aspectos cruciales de la red de punta a punta”, desde el uso eficiente del espectro hasta una operación energética más inteligente. Se espera que esta integración reduzca significativamente la huella de carbono tanto en redes como en dispositivos.

Otro aspecto clave es la Edge-AI, es decir, la inteligencia artificial que se ejecuta directamente en los dispositivos. Esto no sólo reducirá la latencia, sino que permitirá mantener los datos más cerca del usuario, mejorando la privacidad sin sacrificar desempeño.


Conectividad terrestre y satelital, sin costuras

El futuro de la conectividad también será híbrido. El concepto de Non-Terrestrial Networks (NTN), es decir, redes no terrestres como la conectividad satelital, ya no será un complemento. En 6G, esta integración será nativa. Esto significa que los protocolos de red estarán diseñados desde el inicio para que satélites y redes terrestres trabajen en conjunto, de forma óptima.

Para lograr este ecosistema interconectado y eficiente, Yalovetzky destaca la necesidad de colaboración entre todos los actores tecnológicos. Sólo así será posible construir un entorno que dé valor a los dispositivos, cubra múltiples casos de uso y cumpla con los estándares de cobertura, velocidad, latencia y ancho de banda que exige el mundo de la IA.