Aire interior que rinde

Invertir en sensores de calidad del aire mejora el bienestar, productividad y rentabilidad de oficinas y comercios.

Aire interior saludable, clave rentable

Hoy, garantizar buena calidad del aire interior (CAI) en oficinas y tiendas es una necesidad. Estudios de la Universidad de Harvard demuestran que altos niveles de CO₂ y partículas (PM2.5) reducen la concentración, provocan fatiga y afectan la función cognitiva.

Qué miden y cómo ayudan los sensores IAQ

Los sensores de calidad del aire interior (IAQ, por sus siglas en inglés) forman parte del Internet de las Cosas (IoT) aplicado a edificios inteligentes. Miden contaminantes como CO₂, humedad, temperatura, COV y PM2.5/PM10. Al integrarse con sistemas de videovigilancia, acceso y automatización, permiten decisiones en tiempo real, optimizando energía y reduciendo riesgos.

Beneficios económicos y normativos

La mala calidad del aire impacta la productividad, aumenta el ausentismo y puede reducir la ocupación de inmuebles. El monitoreo constante ayuda también a cumplir certificaciones como LEED.

Actuar proactivamente con ventilación inteligente

La ventilación controlada por demanda (demand‑controlled ventilation) ajusta el aire según calidad detectada, permitiendo eficiencia energética y prolongando la vida útil de HVAC.

Seguridad y confianza ocupacional

Tener datos ambientales visibles genera tranquilidad. Ocupantes perciben esos espacios como saludables, lo que fortalece la experiencia y mejora la competitividad empresarial.

Mirada a futuro: IA y mantenimiento predictivo

Según Diana Ardila, Directora Regional de Ventas del Cono Norte en Axis Communications, la integración de inteligencia artificial anticipará fallos y permitirá mantenimiento predictivo. Así, los edificios se adaptarán automáticamente a las necesidades de los usuarios.

Mercado en crecimiento

El mercado global de monitoreo IAQ llegará a aproximadamente USD 12,8 mil millones en 2030, creciendo a un ritmo anual cercano al 7.3 %. También se prevé un mercado de sensores de aire de USD 5.7 mil millones en 2025, con crecimiento sostenido hasta 2029.


Invertir en sensores IAQ ya no es opcional: protege la salud, mejora el funcionamiento del personal y eleva la eficiencia de los edificios. Es una decisión estratégica que combina bienestar, eficiencia y rentabilidad.