Rimma Iontel, Chief Architect en el Global Telco Team de Red Hat destaca la urgencia de transformar el ecosistema de telecomunicaciones para lograr un impacto significativo en la sostenibilidad ambiental. Las redes de telecomunicaciones, responsables de aproximadamente el 3% del consumo energético mundial y el 2% de las emisiones de gases de efecto invernadero, enfrentan el desafío de optimizar sus operaciones para reducir tanto costos como impacto ambiental.
Según Iontel, la clave para lograr estos objetivos de sostenibilidad reside en la colaboración de toda la industria para minimizar la huella de carbono. Un enfoque holístico es necesario, aprovechando tecnologías como la inteligencia artificial (IA) y la automatización para mejorar la eficiencia energética en todos los dominios de la red.
La implementación de infraestructura 5G core abierta, desarrollada en colaboración entre Red Hat, NEC e Intel, es un ejemplo destacado de estos esfuerzos. Esta infraestructura permite a NEC reducir el consumo energético en más de un 30% en ciertas funciones, demostrando cómo la adecuada gestión de la energía puede coexistir con la reducción de costos operativos.
Además, la colaboración con empresas como Arm y Qualcomm Technologies ha permitido a Red Hat desarrollar soluciones de red de acceso de radio virtualizada (vRAN) y 5G más eficientes, reduciendo tanto el consumo de energía como el espacio necesario, y disminuyendo el costo total de propiedad.
En el ámbito del monitoreo energético, el proyecto Kepler, una iniciativa de código abierto cofundada por Red Hat e IBM Research, juega un papel crucial. Este proyecto recoge métricas de consumo energético de diversas plataformas para optimizar y planificar mejor el uso de la energía en las infraestructuras tecnológicas.
Finalmente, la colaboración entre Red Hat, Intel y Ericsson ha resultado en el desarrollo de tecnologías nativas de la nube que no solo optimizan el uso de la energía sino que también mantienen el rendimiento de la red, con un ahorro de hasta un 20% en el consumo energético.
Este conjunto de iniciativas subraya la importancia de un enfoque colaborativo y basado en datos para abordar los desafíos de sostenibilidad en el sector de las telecomunicaciones, promoviendo un futuro más verde y eficiente para la industria.